notachat · anabella abrigo
NotaChat dice: qué te inspiro a escribir esta obra?
Anabella Abrigo dice: Una de las cosas que me inspiró a escribir la obra fue observar a muchas mujeres (incluyendome a mi) chocarse con los mismos problemas o conflictos frente a los hombres.
Como si hubiera un patrón que seguir. Me vi a mi cayendo en situaciones que mil y una vez juré y perjuré que no iba a estar. Vi a mi mamá, a mis amigas, a celebridades, a mujeres comunes repitiendo las mismas palabras o experimentando casi las mismas sensaciones. Empecé a ver cómo mujeres desarrolladas profesionalmente tenían los mismos problemas que un ama de casa de los años 50, en otro escenario por supuesto, pero en el fondo el conflicto era el mismo.
Y me dije: Hay algo de fondo…algo hay subliminal que nos apuñala por la espalda y nos generan estos impulsos sobrenaturales que se apoderan de nosotras y no nos dejan razonar bien.
Entonces después de investigar, leer, observar llegue a los cuentos de hadas. Y entendí como en ellos aparecían metafóricamente (y no tanto) muchas de las cosas que repetíamos como loros sin ninguna explicación aparente. El término “príncipe azul” sale definitivamente de los cuentos de hadas. Y nosotras queremos conseguir a uno.
Las eternas esperas de hombres: 100 años es mucho tiempo pero no para la Bella Durmiente, la idea de cambiar a los hombres con nuestro amor: es real en la princesa y el sapo. Ser salvadas de torres, cajas de cristal, madrastras, hechizos por un hombre a caballo: en cualquier cuento es así. Y todo eso está rodeado de una ilusión que claramente a nosotras como mujeres nos toca y nos hace creer que eso puede ser real. Al punto de querer calzar 35 y ser esa princesita rosa. El tema es que una vez en el palacio la ilusión pareciera que se desmorona en casi todos los casos y a partir de ahí empieza la obra “Y comieron perdices! Fue solo el principio”.
NotaChat dice: por qué decidiste poner en escena a cuatro mujeres de diferentes edades?
Anabella dice: La La razón de las 4 generaciones es para mostrar como todas las mujeres estamos unidas en esa ilusion. No importa la edad, el estilo, la nacionalidad, nada. Hay algo que nos une y nos hace repetir modelos. Muestra la cadena de nuestra “memoria atávica”. Esa memoria que nos susurra al oído las decisiones que tenemos que tomar, la forma en que nos tenemos que comportar, como debemos ser mujeres.
Si Si bien el las nuevas generaciones trajeron vientos de cambio, de avance, de integración de nuestro género. Aun sigue ahí susurrando esa memoria atávica que nos repite que nosotras nacimos para ser la mujer detrás de un gran hombre. Que podemos aguantar estoicamente cualquier situación siendo discretas, que nacimos para casarnos y tener hijos y que otra cosa es anti-natural y de sexo ni hablar porque ya sabemos en las categorías que nosotras mismas nos ponemos si gozamos de nuestra sexualidad.
Por eso es que me pareció interesante mostrar esa conexión a través del tiempo latente en cada generación. Aportando cada una algo nuevo y distinto en la búsqueda de nuestra identidad.
NotaChat dice: la obra tiene una temática femenina, cómo es la reacción de los hombres que asisten a verla?
Anabella dice: La La verdad es que los hombres que vienen se van contentos. Muchos de los comentarios que hemos recibido de parte del público masculino fueron muy buenos. No se van ofendidos sino todo lo contrario. De hecho yo creo que la obra es una crítica mas hacia la mujer que hacia el hombre. O sea, también se critica mucho algunos hombres. Pero está puesto mas en primer plano las malas elecciones y los lugares errados donde muchas veces nos ponemos nosotras como mujeres. A pesar de que el cuento está contado por mujeres, yo creo que es una obra para ambos sexos para reirnos de nosotros mismos…
Una de las funciones vino un caballero pisando los 60 años y nos dijo “Vine con mi pareja y nos hizo pensar mucho…hace 30 años que estamos casados” y después se rió. Por suerte ser rió…
NotaChat dice: qué diferencia a esta obra del resto de las piezas de teatro que abordan temáticas femeninas?
Anabella dice: A Algo distinto de la obra puede ser lo de los cuentos tradicionales como marco de la historia femenina. Los cuentos de hadas que a todos nos han leído y que conocemos como si fueran recuerdos de nuestra propia vida. Y que, en mi opinión, de alguna manera inconsciente, funcionan en nosotras como una especie de manual de instrucción para ser felices y comer perdices.
Mediante el humor usamos la idea del cuento de Cenicienta para ejemplificar y para darle raíz a muchos de nuestros problemas como mujeres.
A mi lo que más me gusta de la obra es eso, que une al género femenino en, como si fuera, una línea atemporal en donde las acciones de una afectan directamente a todas.
La obra es una hipótesis de las tantas que puede haber de porque hacemos lo que hacemos y por que nos metemos en las historias que nos metemos…al que quepa el zapatito que se lo ponga!
NotaChat dice: por qué crees que a las mujeres distanciarse de los mandatos sociales se les presenta, en algunos casos, como una situación dificultosa.
Anabella dice: Son muchos años de patriarcado, y eso también esta en nuestra memoria. Ser mujer todavía es más complicado que ser hombre, al menos en la sociedad en que vivimos. Si bien hemos conquistado espacios que antes no teníamos y ni pensábamos en tener. Aun en muchos lugares la mujer sigue estando en inferioridad de condiciones. Tanto para los hombres como para las mujeres que a veces repetimos discursos ultra-machistas sin pensar que es lo que en realidad estamos diciendo.
Creo que el cambio es de a poco y educando tanto a las mujeres, como a los hombres en este camino de igualdad en la diferencia. De respeto mutuo y de tratar de entendernos en los roles nuevos. De todas maneras, correrse de lo pre- establecido en cualquier materia siempre es un choque con lo exterior. Pero solo al principio, como si fuera el ultimo empujón para autodefinirnos. La pelea al principio es afuera pero porque también es adentro con uno mismo. Es como el preludio para ir averiguando quiénes somos y ser lo más parecido a eso.
NotaChat dice: si tuvieras que escribir el libreto para un cuento de niñas, como lo fue ¨la cenicienta¨ para vos, cómo sería?
Anabella dice: ¡Que difícil! La verdad es que cambiaría el perfil de la princesa. Por empezar, la escribiría más aguerrida, sin muchos pelos en la lengua. Bastante más rebelde y más conectada con su propio deseo. Que no deje de ser femenina, ni dulce, ni enamorada del amor, pero tampoco que sea esa princesa que lo único que hace es esperar que la rescate un príncipe cualquiera que ande por ahí. De hecho, las protagonistas de las obras infantiles que he escrito tienen una mezcla de todas estas características.
De todas maneras, lo que creo que esos cuentos también están para chocarse con una misma. Que esos personajes tanto en hombres como mujeres viven en nosotros. Que están ahí para conocer nuestros lados más oscuros y más luminosos. Como si a partir de los cuentos uno pudiera ponerle palabras tanto a nuestras princesas o príncipes o a nuestros ogros y brujas. El tema es no ser devorados por ninguno de ellos, identificarse por completo con alguno de esos lados. No es fácil…pero los cuentos pueden ayudar un poco
NotaChat dice: crees en “El príncipe azul”?
Anabella dice: ¡Uf! Hoy no. O sea, pasé de creer fielmente en eso, a odiarlo y desilusionarme con príncipes azules desteñidos. Si ese hombre ideal con características casi mágicas existe implica que yo soy una princesa ideal de cuentos. Debo decir que estoy bastante lejos de eso y por suerte. Creo que lo que me di cuenta es que yo no soy tal cosa y no le voy a pedir a nadie que sea algo que yo no puedo, ni quiero ser.
Lo que habla un poco la obra es eso, de apostar al otro, de verlo de verdad. Y no ver una ilusión en cada hombre que encontramos. Dejar de imaginar príncipes en sapos, que, a pesar de que besemos NO VAN A CAMBIAR. Y también dejar de someter a cada hombre a comparaciones con ese hombre ideal azul que solo vive en nuestra cabeza. Pero para aceptar al otro primero tenemos que aceptarnos a nosotras mismas, dejar de ser victimas de nuestro mandatos y poder ver quienes somos. Así por fin empezar a transmutar nuestra “memoria atavica”!
lo que te gusta
NotaChat dice: un color?
Anabella dice: Violeta
NotaChat dice: un libro?
Anabella dice: “el solitario” de Guy des Cars. El primer libro que leí y que me hizo imaginar un mundo muy distinto al mío…me lo regalo mi papá
NotaChat dice: una canción?
Anabella dice: Bohemian Rapsody de Queen
NotaChat dice: un film?
Anabella dice: Billy Elliot NotaChat dice: un momento ideal? Anabella dice: Los momentos ideales son los que te sacan de la rutina.
NotaChat dice: un sueño?
Anabella dice: Que mis obras de teatro de alguna manera logren aunque sea un poquito transformar al espectador como en general me modifican a mi.
NotaChat dice: qué te hace llorar?
Anabella dice: Me hace llorar cuando el dolor dobla el espíritu de las personas…
NotaChat dice: qué te hacer reír?
Anabella dice: Muchas cosas…me río mucho…a veces cuando quiero llorar, me río.
NotaChat dice: un obsequio para NotaChat
Anabella dice: Entradas para ver “y comieron perdices! Fue solo el principio”
NotaChat dice: el título para esta nota?
Anabella dice: No te pierdas “Y comieron perdices! Fue solo el principio”
realizado por ignacio gaitán